Hace algunas semanas a una de mis mejores amigas se le presentó la oportunidad de poder trabajar en una gran empresa, cobrando un buen sueldo y en lo que le gusta, en aquello para lo que se preparó con cinco años de carrera. Hasta ahí todo perfecto.
El problema llega cuando esta chica, madre de un
bebé de 6 meses, toma conciencia de que el horario que le ofrecen -salir de su
casa a las 7 de la mañana para llegar a las 7 de la tarde en el mejor de los
casos - le va a impedir ocuparse y
disfrutar de su hija como ella quiere. Mi amiga decide hablar con la empresa y
explicarles que puede trabajar hasta las
3 de la tarde, sabiendo de antemano que en recursos humanos no lo aceptarán. Adiós a
una gran oportunidad laboral.
Tener que elegir entre tu maternidad y poder desarrollar tu carrera debería estar
superado a estas alturas. Habrá quien piense que esto es una frivolidad dada la situación
que viven las mujeres en muchos países del mundo. Pero es en nuestra Sociedad
Occidental donde se celebra el día de la Mujer Trabajadora. Es en el -a veces
mal llamado -mundo desarrollado, donde nos jactamos de los logros que hemos
conseguido las mujeres. Y es verdad, hemos avanzado mucho. Ya no le tenemos que
pedir permiso al marido para abrir una cuenta en el banco, ni para sacarnos el carné de conducir como nuestras
madres, y nos podemos divorciar, a diferencia de nuestras abuelas.
Pero nos falta aún mucho camino por recorrer.
Muchísimo. ¿A cuántas de vosotras os han preguntado en una entrevista de
trabajo si tenéis pensado tener hijos?. Y, a vosotros ¿os lo han preguntado
alguna vez?
Hace 10 años me vi en una situación parecida a la de mi
amiga. Tuve que elegir entre desarrollar
mi carrera profesional y ser madre. Me decanté por lo segundo sabiendo que ello implicaba decirle adiós a todas mis aspiraciones como
periodista.Pude haber
esperado como hicieron muchas compañeras mías. Pero no quise. Fue mi decisión: ser
madre pronto.
Ha pasado una década y seguimos igual. Yo diría que peor. Muchos
datos nos indican cómo los recortes que se aplican bajo la excusa de la crisis
están lastrando los pocos avances que se habían conseguido en materia de
igualdad.
Ninguna mujer tendría que verse obligada a elegir
entre sus hijos y su trabajo, ni a retrasar su maternidad en favor de su
carrera. Hasta que no consigamos que eso no ocurra no habremos llegado ni a la
mitad del camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario